Propongo abrazar el carácter único de las piezas sueltas de vajilla antigua y por que no juegos que cuestan pero se van consiguiendo, que aún perduran y resisten al tiempo.
Por qué no usarlas a diario, o como obras de arte, o para usarlas en alguna boda
exclusiva o bien para ambientar en algún set de filmación. Hay muchos usos.
No importa si hay años de diferencias entre los estilos, caminos y caminos de viajes entre los países de origen o brechas de precios, basta con un detalle ó un hilo conductor ó temático para que las una y no haya distancias.
Las distintas unidades toman fuerza y se renuevan en un todo o en su conjunto.
Una alacena o un cristalero cerrado que oficia de solo vitrina no es un lugar para los platos azules, o las copas talladas, o los cubierto de plata. Hay que usarlos, la vida es una sola. No esperemos la ocasión especial.
Al principio fue difícil elegir un nombre a esta propuesta. Pero al fin fluyó…
“Volverlas”… da lugar para que tu imaginación complete la oración:
A la vajilla… a la cristalería, a la mantelería, a la cuberteria …
Volverlas a ver…
Volverlas a tocar…
Volverlas a usar…
Volverlas a disfrutar…
VOLVERLAS al Hoy y Aquí…
©2020 @cecisimonassi